sábado, 15 de junio de 2013

Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir... Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entonces aprendí a ir siempre de frente con la verdad... un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos hay que hacerse cargo... A veces es necesario pasar de página y empezar de cero... ¡Aunque cueste o duela! El mejor guerrero no es el que triunfa siempre sino el que vuelve sin miedo a la batalla.